¿Y si mi hijo se vuelve un adicto a las pantallas durante la cuarentena?
- La actividad online de los menores españoles ha aumentado un 180% desde que se cerraron las escuelas
- Ni mucho ni poco: hasta los dos años, ¡cero pantallas!
Durante los primeros días de la cuarentena provocada por la alerta sanitaria del coronavirus se publicaron estudios en los que se auguraba que los niños estarían expuestos a las pantallas hasta un 50% más a causa del cierre de los colegios y el confinamiento en casa. Ya por entonces se antojaban prospecciones muy optimistas. Casi dos semanas después, los datos nos acercan a la realidad: la actividad online de los menores españoles ha aumentado un 180%, según un análisis de la plataforma de seguridad y bienestar digital para las familias Custodio. Las previsiones indican que la cifra no hará más que crecer conforme se alargue la reclusión.
España no es el único país que ha experimentado este repunte. En todos los territorios vecinos donde se ha impuesto el cierre de los centros escolares ocurre lo mismo. En Francia la actividad online ha subido un 120% desde el 12 de marzo; y en Italia se ha pasado de un aumento inicial del 50% a un 220% en los últimos siete días. Estados Unidos (un 95% más) y el Reino Unido (un 50% más) van por el mismo camino.
¿Misión imposible?
Cómo gestionar el uso abusivo de las pantallas durante el confinamiento
Psicólogos y expertos en nuevas tecnologías advierten de la necesidad de gestionar el uso abusivo de las pantallas durante este periodo de aislamiento forzado. Las guías de actuación destinadas a los padres de niños pequeños y adolescentes incluyen numerosos consejos para afrontar esta situación: establecer rutinas y horarios; supervisar los contenidos a los que acceden los menores; impedir que se “bunkericen” en su habitación; fomentar la inventiva, priorizando las actividades creativas y los juegos de mesa en familia; limitar el uso de videojuegos; o instarles a que hagan ejercicio físico, entre otras muchas medidas.
“El coronavirus está impulsando al mundo entero hacia una nueva era de conectividad. Las familias tendrán que tomar medidas para no dejar que el tiempo frente a las pantallas se convierta en la mayor parte de la vida de sus hijos, así como para que estén protegidos de los peligros online, como los acosadores y contenidos violentos y pornográficos”, advierte el director ejecutivo y cofundador de Custodio, Eduardo Cruz.
Sin embargo, en muchos hogares no se dan las mínimas condiciones necesarias para que se puedan ejecutar estas pautas. Los padres y madres que trabajan desde casa a duras penas dan abasto para cumplir con sus responsabilidades laborales. También deben ayudar a sus hijos con los deberes, comprar, cocinar y realizar las tareas domésticas. En estas circunstancias, destinar tiempo a entretener a los hijos es otra carga añadida. Limitar su exposición a las pantallas, una quimera.
El interrogante
¿Se puede desarrollar adicción en uno o dos meses?
“Esta semana he pasado consulta con jóvenes que me explican que pasan más de doce horas al día en contacto con pantallas” confiesa José Ramón Ubieto, psicólogo clínico y psicoanalista. “Y no me extraña; si tienen clases online o deberes necesitan el portátil; hacen videollamadas a los amigos o la familia con el móvil; ven series en la tele o la tablet; si hacen deporte, se conectan a Youtube para seguir las clases de zumba o aerobic; Instagram, Whatsapp, TikTok, contenidos por streaming, las noticias,… Si te paras a hacer cuentas, los adultos estamos en esas cifras también”, reflexiona.
La cuestión es: ¿hasta qué punto es preocupante que nuestros hijos adquieran estos hábitos, aunque sea de manera coyuntural? ¿Se puede desarrollar una adicción a las pantallas en uno o dos meses? Ubieto relativiza el problema y aconseja tomárselo con calma. “En esta situación, las consignas habituales no sirven del todo. La tecnología es una de las pocas soluciones que tenemos para no confinarnos en nosotros mismos, vaciar un poco nuestros pensamientos y dejarnos llevar por la ficción”.
El psicólogo observa una reacción un tanto “delirante” de la sociedad ante una excepcionalidad que no han experimentado nuestros padres ni abuelos: “Vivimos una emergencia nueva que implicará unas pérdidas que aún no podemos cuantificar. Nuestra reacción es tratar de negar esa pérdida. Tenemos horror al vacío e intentamos hacer muchas cosas productivas para pretender que no pasa nada, que saldremos de esto a coste cero: leer libros, hacer yoga, ver conciertos por Instagram, jugar con los niños, … Yo creo que también es necesario adormecerse, no pensar demasiado en lo que está pasando. Y para ello las pantallas son el mejor recurso a nuestro alcance. Son imbatibles”, admite.
“Muchos jóvenes se encuentran en alto riesgo de sufrir problemas de salud mental”
MARC MASIP Psicólogo y experto en adicción a nuevas tecnologías
Pero una cosa es no ser tan estrictos con las normas sobre el uso de la tecnología en estos días y otra muy distinta es pensar que todo vale. El peligro de desarrollar una conducta patológica existe, y en algunos casos es latente. Es el caso de los 85 jóvenes y adolescentes usuarios de Desconect@, un programa psicoeducativo cuyo objetivo es que los jóvenes aprendan a hacer un uso adecuado del teléfono móvil, las redes sociales y los videojuegos. Tanto la escuela como el hospital de día están ahora cerrados, aunque los pacientes que lo requieren siguen recibiendo terapia online.
“Muchos jóvenes se encuentran en alto riesgo de sufrir problemas de salud mental” opina Marc Masip, director del Instituto psicológico Desconect@ y experto en adicción a las nuevas tecnologías. “Algunos padres se darán cuenta estos días que sus hijos tienen un problema. Ya lo estamos viendo. Nos llegan muchas consultas, y creo que habrá una avalancha de demanda cuando finalice el confinamiento”, augura.
El psicólogo se muestra especialmente preocupado por los jóvenes adictos a los videojuegos y al porno online. “Cuando el tiempo de responsabilidad está desocupado, la tentación de caer en conductas disruptivas es enorme. Especialmente cuando estás encerrado: te aburres, buscas vías escapatorias y acabas recurriendo a un método de evasión como los videojuegos o la pornografía. Te ayudan a no pensar en lo que pasa”. En el método de Desconect@, los videojuegos se tratan como las drogas o el alcohol: se prohíben para siempre, como indica el protocolo de la OMS: “Los eliminamos por completo. Quienes acuden a recibir tratamiento de adicción nunca más pueden consumir. Con el móvil y las redes sociales es distinto. Intentamos inculcar un buen uso”, explica Masip.
Situación excepcional
“No podemos juzgar con criterios de normalidad una situación tan anómala”
JOSÉ RAMÓN UBIETO Psicólogo clínico y psicoanalista
Los riesgos que acechan a estos chicos y chicas –la mayor parte de los que reciben tratamiento tienen entre 15 y 17 años- hay que interpretarlos en su justa medida. Se trata de casos extremos. “Es una visión parcial de la realidad que no hay que extender al conjunto de la población”, apunta José Ramón Ubieto. “No podemos juzgar con criterios de normalidad una situación tan anómala”, insiste.
La clave del asunto es “escoger en qué batallas merece la pena embarcarse” en este tiempo de cuarentena, tercia Paula Mella, psicóloga de ifeel especializada en terapia familiar. “Si les dejamos que tengan acceso sin restricciones a las pantallas y las redes sociales, sin supervisión alguna, ¿qué pasará cuando vuelvan al cole? Será complicado hacer borrón y cuenta nueva. En mi opinión, después de estar todo el día enganchados a pantallas para hacer deberes, comunicarse con amigos y abuelos o ver la televisión mientras los padres teletrabajan, como mínimo durante el tiempo de ocio en familia habría que buscar una alternativa offline”, concluye.
La propuesta de la psicóloga parece la solución ideal… para los que tengan eso que denomina “tiempo de ocio en familia”.
Artículo recuperado de https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20200330/48107132523/evitar-hijos-adictos-pantallas.html