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Artículos de interés

YO ESTOY BIEN, TÚ ESTÁS BIEN. Guía práctica de análisis conciliatorio

Dr. Thomas A. Harris

Es un enfoque realista por cuanto enfrenta a la persona con el hecho de que es responsable de lo que ocurra en el futuro, sea lo que fuere lo que haya ocurrido en el pasado.

EL PADRE, EL ADULTO Y EL NIÑO

  • Estos estados del ser no son papeles sino realidades psicológicas
  • El Padre, el Adulto y el Niño no son conceptos como el Superyo, el Yo y el Ello… sin realidades fenomenológicas
  • El estado es producido por la reproducción de datos registrados de acontecimientos del pasado, que se refieren a personas reales, tiempos reales, lugares reales, decisiones reales y sentimientos no menos reales

El Padre

  • Los datos del Padre fueron captados y grabados “en directo”, es decir, sin correcciones ni modificaciones. La situación del niño, su dependencia y su incapacidad para construir significados con palabras le hizo imposible modificar, corregir o explicar
  • En el Padre se graban todas las advertencias, normas y leyes que el niño oyó brotar de labios de sus padres
  • Igualmente se graban los arrullos de placer de una madre feliz y las miradas de deleite de un padre orgulloso
  • Más tarde llegan las declaraciones de tipo más elaborado
  • Lo importante es que estas reglas, tanto si son acertadas como erróneas, se graban como verdades emanadas de la fuente de toda seguridad
  • Es una grabación permanente. Nadie puede borrarla, y está a punto para ser reproducida durante toda la vida

El Niño

  • Al mismo tiempo que los acontecimientos externos se graban para constituir el conjunto de datos que llamamos Padre, se produce simultáneamente otra grabación
  • Es la grabación de los datos internos, las respuestas del niño ante lo que ve y oye. Este conjunto de datos “vistos, oídos, sentidos y comprendidos” es lo que definimos como el Niño
  • Dado que no posee vocabulario durante sus primeras experiencias (las más críticas), la mayoría de sus reacciones son sentimientos
  • Debemos tener presente su situación en esos primeros años: es pequeño, dependiente, inepto, torpe, no tiene palabras con las cuales construir significados
  • Durante esta época de indefensión existen un número infinito de exigencias totales e inflexibles que pesan sobre el niño. Por una parte, siente una serie de necesidades imperativas. Por otra parte, existe la exigencia constante para que renuncie a cambio de la recompensa
  • El principal producto secundario del proceso frustrador y civilizador son los sentimientos negativos
  • Basándose en esos sentimientos, el niño llega pronto a la siguiente conclusión: “No estoy bien, no soy como se debe ser”. Llamamos a esta autovaloración general el “estar mal” o el “Niño que está mal”
  • Esta conclusión y la experiencia continuada de sentimientos de infelicidad que conducen a ella y la confirman, se graban de manera permanente en el cerebro y es imposible borrarlas
  • Esta grabación es el residuo de haber sido un niño. Cualquier niño
  • Es la situación de la infancia y no la intención de los padres lo que crea el problema
  • Sin embargo, no todo es tan negro. También hay en el Niño un vasto depósito de datos positivos. En el Niño residen la creatividad, la curiosidad, el deseo de explorar y de conocer, la necesidad de tocar y sentir y experimentar
  • Juntamente con esta grabación de no estar bien, hay un contrapunto, el estar bien de sentirse mecido en brazos de mamá
  • Los sentimientos de estar mal superan en mucho a los de estar bien. Por eso creemos estar en lo cierto al afirmar que todo el mundo lleva en sí un Niño que está mal
  • Cuando el niño abandona su hogar para realizar su primera experiencia social independiente (la escuela) ya se ha visto expuesto a casi a todas las posibles actitudes y admoniciones de sus padres y, por consiguiente, las comunicaciones paternas ulteriores son principalmente un reforzamiento de lo que ya se ha grabado

El Adulto

  • A los diez meses le ocurre algo notable al niño. Hasta el momento, tiene un Padre y un Niño. Lo que no tiene es la capacidad para elegir sus respuestas o para manejar lo que le rodea. Hasta ahora no podía dirigirse a sí mismo ni salir al encuentro de la vida. Debía limitarse a tomar lo que se le daba
  • Ahora empieza a experimentar el poder de la locomoción. Puede manejar objetos y empieza a trasladarse
  • A los diez meses ha descubierto que es capaz de hacer algo que brota de su propia conciencia y de su pensamiento original. Esta autorrealización es el principio del Adulto
  • Los datos del Adulto se acumulan como resultado de la capacidad del niño para descubrir por sí mismo. Lo que difiere del “concepto enseñado” y “concepto sentido”
  • El Adulto se ocupa de transformar los estímulos en elementos de información, y de ordenar y archivar esta información basándose en la experiencia adquirida
  • Difiere del Padre, que es dictaminante de manera imitativa y quiere imponer conjuntos de normas tomadas a préstamos, y del Niño, que tiende a reaccionar más abruptamente sobre la base del pensamiento prelógico y de percepciones escasamente diferenciadas o distorsionadas
  • A través del Adulto el niño puede empezar a distinguir las diferencias entre la vida tal como le fue mostrada y enseñada (el Padre), la vida tal como la sentía, o la deseaba, o la imaginaba (el Niño), y la vida tal como la ve por sí mismo (el Adulto)
  • El Adulto es una calculadora de datos, que elabora decisiones después de ordenar la información recibida de tres fuentes: el Padre, el Niño y los actos que el Adulto ha reunido y está reuniendo
  • Las funciones más importantes del Adulto:
    • Examinar los datos del Padre, averiguar si son o no ciertos y si conservan actualmente su validez, y aceptarlos finalmente o rechazarlos
    • Someter a examen al Niño para comprobar si sus sentimientos son o no adecuados al presente o si son una respuesta ante los datos arcaicos del Padre
  • El niño que descubre que la mayoría de los datos del Padre son dignos de confianza se siente más seguro (“me dijeron la verdad”)
  • La verificación de los datos del Padre no borra las grabaciones malas del Niño, producidas por la imposición original de aquellos datos
  • Estos sentimientos no se borran ya cuando, más tarde, el niño llega a comprender que su madre tenía razón al obrar como lo hacía, pero la comprensión de la forma en que la situación original de la infancia produjo tantas grabaciones malas de este tipo puede liberarnos de su reproducción continua en el presente
  • No podemos borrar las grabaciones, pero podemos decidir no reproducirlas
  • La tarea normal del Adulto consiste, pues, en comprobar los viejos datos, confirmarlos o invalidarlos, y archivarlos de nuevo para su futuro empleo. Si esta tarea se desarrolla sin obstáculos y hay una relativa ausencia de conflictos entre lo que ha sido enseñado y lo real, la calculadora puede consagrarse a una nueva e importante tarea: la creatividad
  • La creatividad tiene su origen en la curiosidad del Niño. El Niño aporta de “deseo de” y el Adulto el “cómo hacerlo”
  • Para la creatividad es esencial que la calculadora tenga tiempo. Si la computadora se halla ocupada con viejos asuntos le queda poco tiempo para dedicarse a cosas nuevas
  • El individuo más creador es el que descubre que gran parte del contenido del Padre se ajusta a la realidad. Entonces puede archivar esta información comprobada en el Adulto, confiar el ella, olvidarla, y dedicarse a otras cosas
  • Sin embargo, muchos niños deben perder mucho tiempo a causa del conflicto que estalla entre los datos del Padre y lo que ven en la realidad
  • Para un niño puede resultar más seguro creer en una mentira que dar crédito a sus propios ojos y oídos. El Padre amenaza de tal manera al Niño (en un diálogo interior ininterrumpido) que el Adulto abandona y deja de investigar en las zonas de conflicto
  • Se trata de ayudar a cada individuo a descubrir la identidad de su Padre, de su Adulto y de su Niño

Resumen extraído del libro del mismo título y autor.