Conversaciones en familia
Con motivo de la celebración de las fiestas de Don Bosco en el Colegio Salesiano «María Auxiliadora» de Santander, participaré organizando tres encuentros que girarán en torno a las relaciones entre padres e hijos, abriendo la reflexión sobre la protección que supone educar la afectividad, la importancia de los límites para crecer, y la necesidad de los adolescentes de creer en el futuro para que puedan seguir su camino.
Para alentar la conversación empiezo compartiendo cuento del bambú japonés:
«Hay algo muy interesante que sucede con el bambú japonés y que nos enseña una importante lección. Cuando un cultivador planta una semilla de este árbol, el bambú no crece inmediatamente por más que se riegue y se abone regularmente.
De hecho, el bambú japonés no sale a la superficie durante los primeros siete años. Un cultivador inexperto pensaría que la semilla es infértil, pero sorprendentemente, luego de transcurridos estos siete años el bambú crece más de treinta metros en solamente seis semanas.
¿Cuánto podríamos decir que tardó realmente en crecer el bambú? ¿seis semanas? ¿o siete años y seis semanas? Sería más correcto decir que tardó siete años y seis semanas. ¿Porqué? Porque durante los primeros siete años el bambú se dedica a desarrollar y fortalecer las raíces, las cuales van a ser las que luego de estos siete años pueda crecer tanto en solamente seis semanas. Además, si en algún punto en esos primeros siete años dejamos de regarlo o cuidarlo, el bambú muere.»