Reinventar la vida
“Nunca es demasiado tarde para convertirte en quien quieres ser. Espero que vivas una vida de la que estés orgulloso y si descubres que no, espero que tengas la fuerza para comenzar de nuevo”.
F. Scott Fitzgerald
Comparto con vosotros este cuento que me parece tan esclarecedor:
HISTORIA DEL CARPINTERO
Había una vez un viejo carpintero que, cansado ya de tanto trabajar, estaba listo para acogerse al retiro y dedicarle tiempo a su familia.
Así se lo comunicó a su jefe, y aunque iba a extrañar su salario, necesitaba retirarse y estar con su familia; de alguna forma sobrevivirían.
Al contratista le entristeció mucho la noticia de que su mejor carpintero se retiraría y le pidió de favor que si le podía construir una casa más antes de retirarse.
El carpintero aceptó la proposición del jefe y empezó la construcción de su última casa, pero, a medida que pasa el tiempo, se dio cuenta de que su corazón no estaba de lleno en el trabajo.
Arrepentido de haberle dicho que sí a su jefe, el carpintero no puso el esfuerzo y la dedicación que siempre ponía cuando construía una casa y la construyó con materiales de calidad inferior.
Esa era, según él, una manera muy desafortunada de terminar una excelente carrera, la cual le había dedicado la mayor parte de su vida.
Cuando el carpintero terminó su trabajo el contratista vino a inspeccionar la casa.
Al terminar la inspección le dio la llave de la casa al carpintero y le dijo: «Esta es tu casa, mi regalo para ti y tu familia por tanto años de buen servicio».
El carpintero sintió que el mundo se le iba…
Grande fue la vergüenza que sintió al recibir la llave de la casa, su casa. Si tan sólo él hubiese sabido que estaba construyendo su propia casa, lo hubiese hecho todo de una manera diferente.
Así también pasa con nosotros. A diario construimos relaciones en nuestras vidas, y en muchas ocasiones ponemos el menor esfuerzo posible para hacer que esa relación progrese.
Tus actitudes y las selecciones que haces hoy construyen la casa en la cual vivirás mañana».